EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA GRIPE AVIAR
Mientras Gabriel García Marques escribía
“ El amor en los tiempos del cólera" a mediados de los ochenta aun no nacía la mujer que ahora entorpece mis sueños a mitad de la noche, mientras me doy cuenta que el ochenta por ciento de los jóvenes que bajan ringtones y que se comen las uñas preferentemente los días sábados después de las siete de la tarde creen que el amor en estos tiempos de la gripe aviar se construye a base de fines de semana encerrados dentro de edificios con tinglados mal construidos y sin matafuegos que muchos denominan boliches con una chica al lado, preferentemente a la izquierda y embebida en alcohol y con su cerebro reclamando algo de romanticismo o al menos una tarjeta de cartón con la cara de güini pu en estado de coma farmacológico y diciendo “Ai loviu” o algo parecido. Y seguimos, en busca del amor en los tiempos del recalentamiento global, mientras otros creen que el amor da aviso con mas de 40 grados de calor corporal o con mas espacio en el asiento trasero del nuevo auto que se compro papá, mientras papá mira la liga de fútbol guatemalteco cómodamente en living de su casa y mamà habla secretamente por teléfono “ con un amigo de la infancia “ de esos que creen que el amor “Es como un bombardero B-52 sobre Iraq, porque te garca y se va”. Entonces recurro al diario de papel tan suave como los bucles de mi chica que los trata con acondicionador X y leo que cada vez mas matrimonios se disuelven a causa de un tercero y pienso que ese tercero es uno que huye y que se llama AMOR cada vez que escucha a alguien decir que las cosas con su “media naranja” no funcionan ya que la otra persona a veces no es tan dulce como creíamos, sino que es “medio limón” en estos tiempos de la gripe aviar.
