lunes, 25 de junio de 2007

THE CRITIC ///


JESUCRISTO ¿JESUQUIÈN?


DING-DONG-DANG o algo parecido suena por detrás de todas las puertas de las casas del barrio, de la villa o del asentamiento que ocupa terrenos del Estado en la periferia de la ciudad atestada de gente cada vez más y que se dirigen a los locales comerciales para compara artículos que están en oferta y que presentan precios como nueve con noventa y nuevo seis con sesenta y seis aunque este numero no se bien que significado connota en las personas que llevan colgadas crucen en el pecho, en el auto; cruces en las remeras y crucen en los cuadernos tapas duras, mientras el centro recibe más y más gente con ganas de gastar dinero en no se sabe bien que, pero que se dan cuenta que de pronto de que el color rojo y el verde han invadido los locales comerciales, y también los tipos que se visten de rojo, no tiene panza, y usan barba de algodón hidrófilo y que dicen JO-JO-JO. Y seguimos, "Yendo de la cama al living" mientras Papá Noel o algo parecido le pellizca un brazo a Mamá Noel para ver si es real lo que ven sus ojos a través de su bola de cristal: Miles de personas colocando centros de mesa, velas, sándwiches de queso, ensaladas, botellas de sidra barata, más botellas de sidra, y muchas más botellas de en el freezer pero de cerveza con un alto grado alcohólico e importadas de saturno o de sus alrededores, y mientras le hacen el aguante al reloj para que marque las doce de la noche, lanzan fuegos artificiales a os quinchos de los vecinos (los del fondo junto a la pileta y los que están por encima del cráneo),comen turrones llenos de maní mientras alguien dice por ahí que la noche es hermosa que hay trescientos mil grados de kelvin de temperatura y casi sin darse cuenta ya son las doce y cinco y brindan y lloran y ríen y comen y cantan y desafinan todos la vez. Y alguien que n tomo ni una sola gota de de esa bebida en botellas marrón reflexiona, mira al cielo y siente una suave brisa n su cara y dice en voz alta: “Hoy es la celebración por el nacimiento de de Jesucristo, el hombre que un día murió en una cruz por todos nosotros…” ¿Jesuquien? Contesta un tío mientras mastica un sándwich de paleta y queso. Demasiado tarde. El alcohol ya hizo su efecto.