martes, 26 de junio de 2007

THE CRITIC ♣◙♣


SAN JUAN COMO SUCURSAL DE GUINEA ECUATORIAL


Pasaron las ¿fiestas?, pasaron las horas, pasaron las muerte de Saddam Husseim por Tv., “pasar pasaron las modas” y hasta pasaron por la caja boba las recomendaciones a tener en cuenta durante el verano, las mismas del año pasado y las mismas desde 1929,salvo con la diferencia de que en años anteriores no al 29 no existían los protectores solares facto 99, ni lasa bikinis, ni las trikinis, un agujero en la capa de ozono del tamaño de plutón ni tantas emisiones de gases provenientes de combustibles fósiles. Y hablando de antepasados, entiendo que los que no tienen una pileta o piscina en el fondo de su casa nos quedamos como fósiles aguantando el calor de la ciudad que cada vez arde mas y comprendemos así, porque se venden tantos limones en las verdulerías y tanto jugo de limón porque a este ritmo (37 grados centígrados marca el termómetro) todos ya tiene ganas de morirse de calor pero no sin antes cocinarse en jugo cítrico y con papas en lo posible. Y seguimos, porque no, mientras el perro que hacia un pozo en el jardín ha desaparecido en el mismo, los cubos de hielo se han derretido en tu mano, y tus peces de colores ya flotan en la pecera; entonces uno se juega la ultima carta que le queda y huye de su domicilio legal, ahí a donde llegan amenazas, boletas de agua y de luz y sobres con ántrax de los vecinos y deliveris confundidos y camina por las veredas desiertas hasta el caber mas cercano y que posee aire acondicionado o hasta el supermercado mas capitalista de la zona solo para disfrutar de ese aire fresco que emana de la heladera de los productos lácteos e internarse en el mismo por mas de seis horas hasta que llega un repositor con cara de sueldo de 750 $ más las horas extras en negro y pregunta si vamos a compara algo y decimos que por ahora no que estamos comparando precios con otros supermercados y así, entonces, uno entiende que San Juan es en verano como Guinea Ecuatorial, solo que sin las selvas y con mas desierto.